ADICTA A LAS NOTICIAS UFFFFFF…
Si vives en Perú o ves las noticias internacionales, habrás escuchado que antes y después de las elecciones presidenciales, se desató una gran crisis política y social en el país. Todo este caos hizo que yo, que la verdad no sigo las noticias, cayera en una suerte de adicción a ver programas de política de youtubers independientes y seguir las posiciones de algunos amigos y conocidos en Facebook que estaban alineados con mi manera de ver la situación, aún cuando era consciente de que una vez que comenzaba a mirar los videos o el FB, me resultaba difícil parar, muy difícil. Me decía voy a ver sólo dos más, ¿pero lo lograba? NO. La información que recibía no variaba demasiado día a día así que definitivamente sabía que no era necesario seguirla tan asiduamente pero aún así lo hacía. Y como es de esperarse, las noticias y los chats en FB eran horribles. Juzgar a los políticos y a las personas que apoyaban la postura opuesta a la mía se hizo pan de cada día y esto, lo único que hacían era bajar mi energía y conectarme con un impulso que me llevaba hacia abajo. ¡Adicción pura y dura! ¿Se identifican con esta dinámica? Así pasé unas dos semanas. No que no hiciera nada más, pero este constante ver lo que había pasado y horrorizarme de la “falta de criterio y conciencia” y sentir que yo tenía la razón por supuesto, era como gasolina para el ego.
Consciente de lo tóxico de esta conducta, decidí cortar con el consumo de noticias en redes. (No tengo televisor y no quiero tenerla.) Reconozco que la tentación era fuerte los primeros días. Había esa voz que me decía: has trabajado bien hoy, relájate y mira un par de videos; qué habrá pasado hoy… Mmmmmmm… Había tratado antes de dosificar mi consumo de este tipo de información sin éxito por lo que la abstinencia total fue lo único que me quedaba y funcionó: ¡Qué alivio! ¡Cuánta energía y espacio mental tengo ahora que he cortado de lleno con tanta toxicidad! ¿Que qué hago ahora con mi tiempo libre, que es sobre todo en las noches cuando terminé de trabajar? Ordeno, limpio, veo tutoriales de huertos. (Gracias a ellos acabo de descubrir por ejemplo que dos, de las que yo consideraba mala hierbas, son comestibles, medicinales y además gran alimento); prendo velas e incienso, llamo a mi familia o me acuesto extra temprano; otras veces leo o medito, escucho un podcast interesante, evalúo mi día y planeo el día siguiente.
Se siente bien haber recuperado mi voluntad y soberanía mental; elegir hacer cosas que me nutren y fortalecen es como volver a mí. Ah, y si pasa algo que es “importante” saber, me enteraré. Así ha sido siempre.